Mercedes López-Mayán, “Pontificales iluminados en Roma a finales del siglo XIII: nuevas aportaciones desde las bibliotecas castellanas”, en Il libro miniato a Roma nel Duecento. Riflessioni e proposte (S. Maddalo, ed./E. Ponzi, colab.), Roma, Istituto Storico Italiano per il Medio Evo (‘Nuovi Studi Storici’, 100), vol. I, pp. 289-307 y vol. II, figs. 112-118.
Este artículo forma parte del ambicioso volumen que, publicado por el Istituto Storico Italiano per il Medio Evo bajo la coordinación de Silvia Maddalo, Catedrática de Historia de la miniatura en la Università degli Studi della Tuscia-Viterbo, recoge las más recientes aportaciones científicas sobre la Historia del libro y de la producción manuscrita y miniada en Roma a lo largo del siglo XIII.
Compuesta por veintiocho contribuciones inéditas debidas a una veintena de especialistas procedentes de diversos países, esta obra constituye un punto de inflexión historiográfico en el conocimiento de la actividad libraria y artística desarrollada, principalmente a instancias del papado y de la alta jerarquía eclesiástica, en este dinámico contexto que ejerció una influencia decisiva en la conformación artística y cultural del Occidente medieval.
En su seno, la contribución de Mercedes López-Mayán se inscribe en el bloque titulado “Libri miniati a Roma nel Duecento” y tiene por objeto analizar una serie de manuscritos litúrgicos iluminados inéditos hasta la fecha, conservados en diversas bibliotecas españolas y que nunca antes se habían relacionado con el marco espacio-temporal definido en esta obra. Sin embargo, a través del análisis de su decoración, de su materialidad y de su texto, la autora ha podido establecer fehacientemente que estos códices no solo fueron confeccionados en el entorno de la Curia papal romana en las últimas décadas del siglo XIII, sino que, además, en algunos casos –notablemente, el manuscrito 56-20 de la Biblioteca Capitular de Toledo– pudieron haber sido empleados en la propia liturgia pontificia. Por esta vía, esta publicación contribuye a ampliar nuestro conocimiento de la prolífica producción libraria de la Roma medieval, actualmente dispersa en colecciones de todo el mundo, y, en paralelo, a poner en valor y rescatar del olvido una parte del patrimonio bibliográfico custodiado en archivos y bibliotecas españoles.
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